A menudo podemos encontrar que el decir “hoy no estoy muy bien” influye en nuestro funcionamiento diario, pero ¿qué tan científico es esto? ¿Está comprobado o es solo un mito? aquí encontraremos muchas respuestas frente a esta pregunta constante. 

Como neuropsicóloga siempre me ha llamado la atención como en una institución educativa separan lo cognitivo de lo emocional, entendiendo que el ser humano es integral y también hay un funcionamiento cognitivo que debe responder a un estímulo.

1. ¿Hay o no relación entre el componente emocional y cognitivo?

La respuesta a este gran interrogante es SI, cuando hablamos de emociones en nuestro cerebro hablamos de una parte importante a nivel de estructura cerebral el cual se llama sistema límbico que está conformado por hipocampo, amígdala, hipotálamo, fonix, Dichas estructuras interpretan las sensaciones que reciben y les dan un significado. Seguido a esto, se pasa la información al neocórtex y junto con el sistema límbico, se procesa la información y desarrolla la emoción. Dependiendo de este proceso se determina en el cerebro si la información de la emoción es “negativa o positiva” y esta configura el estado de ánimo, sorprendente ¿no? Esto pasa en milésimas de segundos. 

Cuando hablamos de que lo emocional influye dentro del aprendizaje es importante resaltar que es de acuerdo a la experiencia que tenga el niño frente a la enseñanza, por ejemplo en los niños preescolares se viene desarrollando una negación por la escritura, esto se debe a que han llegado en una época en donde todo es muy tecnológico pero depende mucho de la forma en que se le haga “dinámica” el hecho de escribir debe tener un preámbulo en el que el niño desarrollo a nivel neurológico el hacer bolitas de papel, jugar en el parque y sÍ, esto influye demasiado en este funcionamiento preescolar. 

Hablar de inteligencia emocional hoy en día es muy cotidiano pero a veces como adultos distorsionamos esto solo por el afán de cumplir, un horario, una cita, un rol, un trabajo, si todo es importante y en todo hay que cumplir pero ¿le preguntas a tu hijo como amanecio? hoy en día o los padres son autoritarios y el niño “debe cumplir” o por el otro lado demasiado condescendientes y hacen todo lo que el niño diga, hay que encontrar un punto medio donde esto logre que el menor salga bien de casa para que así inicie su día. La pelea antes de salir, el regaño o los gritos influyen dentro del funcionamiento del menor el resto del día. 

Por otro lado está lo que pasa en el colegio (digamos que contamos con un entorno familiar bueno) pero en el colegio no es muy funcional, sus amigos lo molestan, le tienen apodos o lo gritan si quiere participar, el funcionamiento del niño también baja (no quiere decir que no tenga la habilidad) sino que el estado de ánimo si disminuye su atención, capacidad de memorizar y ser funcional en algo, ahora ¿porque se da esto? cuando un niño se enfrenta a una inestabilidad emocional salen a flote respuestas dismaduras en el comportamiento ya sea inhibir o disregular sus emociones, allí juega un papel muy importante el autoestima y confianza que el menor tenga en sí mismo, a partir de esto, también es el funcionamiento del menor en el aula de clases, recordemos que a la edad de 6 años ya empieza el niño a reconocer cuales son sus habilidades y cuales son sus dificultades también, comparando, mirando a los demás, etc.

2. ¿Qué tanto influye lo emocional en el aprendizaje y rendimiento académico de los niños?

A partir de que un niño se sienta bien emocionalmente estable, se evidencia que así mismo es el rendimiento académico en el aula de clases, el niño que tiene un acompañamiento de sus padres con el tema de sus deberes (como guía, sin hacerle las cosas) logra cumplir los objetivos de acuerdo a la edad cronológica. Cuando hablamos de estabilidad también se refiere a que el estrés independientemente de la edad afecta las respuestas adaptativas que el individuo da al entorno. 

También se demuestra que cuando el niño no tiene una red estable de apoyo a nivel emocional, no posee un buen círculo social (o al menos funcional), o posee una baja autoestima el rendimiento académico es bajo, aclarando que tal vez si pueda tener buenas habilidades cognitivas (esto solo lo define una prueba neuropsicológica).

3. 3 signos del componente emocional que afectan el componente de aprendizaje.

El componente emocional tiene un impacto significativo en el aprendizaje. Aquí te presento tres signos emocionales que pueden afectar este proceso:

1. Falta de Motivación: De repente el niño no quiere volver al colegio, se irrita y refiere a padres que no le gusta ir (¿que puede estar viviendo a nivel social con sus compañeros o docentes?).
2. Ansiedad o Estrés: Si los padres de familia están pasando por un proceso de separación ya sea traumático o no (a modo de prevención) es necesario la consulta psicológica para el apoyo en el proceso. 
3. Baja Autoestima: Si constantemente pierde evaluaciones y le cuesta trabajo participar en clase, puede tener una percepción negativa de sus propias capacidades.

CONCLUSIÓN:

Debemos recordar que el ser humano es integral, el cerebro no se divide para ser funcional, así que esto también incluye todo el funcionamiento emocional, el rendimiento de una persona no necesariamente debe ser el 100% todos los días pero sí tratar de trabajar en todas los entornos a los que nos exponemos de forma asertiva. 

Como adultos en ocasiones normalizamos muchas cosas que tal vez a nosotros NOS TOCO ASI, pero la idea es siempre construir niños fuertes, para no reparar adultos rotos.

Hay que romper con los tabúes que ha creado la sociedad frente a la consulta, proceso psicologico o psiquiatrico si necesitamos ayuda ya que NO SOMOS PERFECTOS podemos acudir a profesionales en el tema, si los psicologos tambien vivimos nuestras propias cosas, porque somos humanos,  pero eso no hace que no te podamos ayudar y guiar.

Te invito a que conozcas más del trabajo de todo el equipo de Nuevamente en nuestra cuenta de Instagram 👈🏼 y así puedas tener muchas más herramientas para generar una transformación integral en tu familia. 

Un abrazo,

Dra. Tatiana Rincón

Neuropsicóloga